Exigente proceso de recarga
Cuando los pilotos de rally abandonan el ‘vivac’ en la mañana al empezar cada etapa en propulsión eléctrica con una batería de alto voltaje cargada, comienza un sistema de control muy complejo. Solo unos minutos antes del inicio de la etapa, los equipos conocen los detalles de la ruta cuando se entregan los libros de ruta. El Audi RS Q e-tron con su innovador sistema de propulsión siempre debe estar preparado para todas las condiciones en términos de distancias, velocidades, dificultad del terreno y otros factores.
Los ingenieros y técnicos en electrónica han programado algoritmos para mantener el SoC de la batería (SoC: State of Charge), es decir, el nivel de carga, dentro de rangos definidos en función de la demanda de energía. El consumo de energía y la recarga de la batería siempre están equilibrados en distancias definidas. Si, por ejemplo, un paso difícil por las dunas con alta resistencia requiere la máxima energía durante un corto tiempo, el estado de carga cae dentro de un rango controlado. La razón: la potencia de los motores-generadores instalados en los ejes delantero y trasero está limitada a un máximo de 288 kW, según el reglamento. Sin embargo, el convertidor de energía solo puede proporcionar una potencia de carga máxima de 220 kW. En casos extremos, el consumo es temporalmente superior a la generación de energía. “Algo como esto es posible por un tiempo limitado”, dice Lukas Folie. “Pero en una distancia más larga, siempre resulta en un juego de suma cero: luego tenemos que regular el consumo de energía para que el estado de carga de la batería permanezca dentro de unos parámetros establecidos. La cantidad absoluta de energía disponible a bordo debe ser suficiente para cubrir la etapa del día”.